La psicología es también una ciencia natural. ¿Qué otra cosa puede ser? Pero su caso es de diverso orden. No cualquiera osa formular juicios sobre cosas físicas, pero todos -el filósofo tanto como el hombre de la calle- tienen su opinión sobre cuestiones psicológicas y se comportan como si fueran al menos unos psicólogos aficionados. Y aquí viene lo asombroso: que todos -o casi todos- están de acuerdo en que lo psíquico posee efectivamente un carácter común en que se expresa su esencia. Es el carácter único, indescriptible pero que tampoco ha menester de descripción alguna, de la condición de conciente. Se dice que todo lo conciente es psíquico, y también, a la inversa, que todo lo psíquico es conciente. Que sería algo evidente, y un disparate contradecirlo. Ahora bien, no puede aseverarse que con esta decisión se arroje mucha luz sobre la esencia de lo psíquico; en efecto, ante la condición de conciente, uno de los hechos fundamentales de nuestra vida, se detiene la investigación como frente a un muro.
...El psicoanálisis se sustrajo de estas dificultades contradiciendo con energía la igualación de lo psíquico con lo conciente. No; la condición de conciente no puede ser la esencia de lo psíquico, sólo es una cualidad suya, y por añadidura una cualidad inconstante, más a menudo ausente que presente. Lo psíquico en sí, cualquiera que sea su naturaleza, es inconciente, probablemente del mismo modo que todos los otros procesos de la naturaleza de los cuales hemos tomado noticia.
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