Lic. Juan Esteban Courrèges.
Hay una especie de inercia en virtud de la cual las personas van resignando el comando de su vida. Ponen la brújula que direciona la existencia afuera, es algo que se sigue de ello en forma automática. A partir de allí se trata cada vez menos de lo que la persona desea, es cuestión de responder a exigencias sociales, económicas, ideológicas, religiosas, etc. En este cuadro de situación y sin contar con espacios en los cuales desarrollarse, el deseo se abre paso a través de síntomas (en la época actual es a veces necesario enfermarse para darse un tiempo propio, para salir de la alienación, de la culpa de no cumplir). La falta de este tiempo propio va de la mano con la falta de un plan vital constituido a partir del deseo. Esta es la diferencia entre ser objeto de uso de un sistema y ser sujeto que hace uso del mismo.
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