Conferencia 25: La angustia. Freud: Las primeras fobias situacionales de los niños son las fobias a la oscuridad y a la soledad; la primera persiste a menudo durante toda la vida, y es común a las dos la nostalgia por la persona amada que cuidó al niño, vale decir, la madre. Una vez oí, desde la habitación vecina, exclamar a un niño que se angustiaba en la oscuridad: «Tía, háblame, tengo miedo». «Pero, ¿de qué te sirve, si no puedes verme? »; y respondió el niño: «Hay más luz cuando alguien habla»
lunes, 21 de noviembre de 2011
domingo, 6 de noviembre de 2011
Un fragmento de Winnicott, “Sostén e interpretación”.
Al principio, puede decirse que vino al análisis y habló. Su lenguaje era premeditado y retórico. Gradualmente se puso en claro que lo que hacia era escuchar conversaciones interiores y contarme algunas partes, las que pensaba que podían interesarme. Con el tiempo, podría decirse que se trajo a sí mismo al análisis y habló de sí mismo, como una madre o un padre puede venir con su hijo y hablarme de él. En estas primeras etapas (que se prolongaron durante seis meses) no tuve oportunidad alguna de mantener con el niño (con él) ninguna conversación directa.
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